País extraño IV
Exposición individual de Elián Stolarsky
País extraño IV
Exposición individual de Elián Stolarsky
19 octubre - 24 noviembre 2023
Créditos
Adriana F. Pauly
Goro Studio
Dosier
Descargar"I can see that picture of what we were at an earlier stage may not be recognisable and cannot, certainly, be pleasing to contemplate in later life. But we must not repudiate it, for it is a proof that we have really lived..."
Marcel Proust
La obra de Elián Stolarsky nos enfrenta a un pasado abstracto, tenebrosamente familiar. Fragmento por fragmento, acercándonos y alejándonos, se sobreponen y encajan alusiones a territorios y cuerpos extraños.
Los gestos de la artista, que trazan línea por línea las fotos del artista Robert Cappa, tomadas para documentar la guerra Civil Española, funcionan como ladrillos que componen una imagen fuera de nuestro alcance. Las telas revelan sus costuras como cicatrices en las que reconocemos movimientos, posturas, heridas, caras y cuerpos que documentan una violencia heredada y nos interpelan a construir un tejido de recuerdos donde imágenes del pasado, presente y futuro pueden ser intercambiadas.
El título de la serie "País extraño" hace referencia al libro de David Lowenthal The past is a Foreign Country [El pasado es un país extranjero], tomando la traducción accidentalmente errónea del título como punto de partida, esta serie evidencia el desarrollo cronológico de la investigación que inicia con el pasado de la artista como descendiente de una familia judía polaca a partir de fotografías familiares y se despliega, en el caso de este capítulo, al contexto nacional que la rodea. La artista lejos de establecer reclamaciones, posicionamientos o llamados a acción busca analizar la representación y narración de acontecimientos históricos a través de archivos fotográficos y desdibujar la distancia entre “ellos” (los malos, los representados, la distancia, el pasado) y “nosotros” (los buenos, los espectadores, lo cercano, el presente).
Walter Benjamin en Pequeña Historia de la Fotografía dice en relación con las fotos de David Octavius Hill que “queda algo que no se consume en el testimonio del arte…, algo que no puede silenciarse, que es indomable y reclama el nombre de la que vivió aquí y está aquí todavía realmente, sin querer jamás entrar en el arte del todo”. Esa aura indomable, como lo denomina Benjamin, se encuentra también en la crudeza de las fotografías de Cappa y se mantiene firme al ser reconfigurada por la mano de Stolarsky. Desnudas de su contexto las obras, montadas como hojas sueltas de un atlas, nos muestran dibujos encajados en la fisionomía anónima del paisaje representado en las telas. Las figuras que podrían estar dormidas o paseando en realidad pertenecen a una historia fuera de nuestro alcance y se revelan solamente al acercarnos y enfrentarnos directamente con ellas, haciéndonos perder la imagen completa de la obra. Pero esa aura, su lazo al tiempo y lugar, se desprende del territorio informado por la crueldad que cede a un paisaje y a figuras imbuidas con significados de nuestros subconscientes. Las imágenes se emancipan de su origen histórico para crear narrativas dentro del presente.
Los gestos de la artista, que trazan línea por línea las fotos del artista Robert Cappa, tomadas para documentar la guerra Civil Española, funcionan como ladrillos que componen una imagen fuera de nuestro alcance. Las telas revelan sus costuras como cicatrices en las que reconocemos movimientos, posturas, heridas, caras y cuerpos que documentan una violencia heredada y nos interpelan a construir un tejido de recuerdos donde imágenes del pasado, presente y futuro pueden ser intercambiadas.
El título de la serie "País extraño" hace referencia al libro de David Lowenthal The past is a Foreign Country [El pasado es un país extranjero], tomando la traducción accidentalmente errónea del título como punto de partida, esta serie evidencia el desarrollo cronológico de la investigación que inicia con el pasado de la artista como descendiente de una familia judía polaca a partir de fotografías familiares y se despliega, en el caso de este capítulo, al contexto nacional que la rodea. La artista lejos de establecer reclamaciones, posicionamientos o llamados a acción busca analizar la representación y narración de acontecimientos históricos a través de archivos fotográficos y desdibujar la distancia entre “ellos” (los malos, los representados, la distancia, el pasado) y “nosotros” (los buenos, los espectadores, lo cercano, el presente).
Walter Benjamin en Pequeña Historia de la Fotografía dice en relación con las fotos de David Octavius Hill que “queda algo que no se consume en el testimonio del arte…, algo que no puede silenciarse, que es indomable y reclama el nombre de la que vivió aquí y está aquí todavía realmente, sin querer jamás entrar en el arte del todo”. Esa aura indomable, como lo denomina Benjamin, se encuentra también en la crudeza de las fotografías de Cappa y se mantiene firme al ser reconfigurada por la mano de Stolarsky. Desnudas de su contexto las obras, montadas como hojas sueltas de un atlas, nos muestran dibujos encajados en la fisionomía anónima del paisaje representado en las telas. Las figuras que podrían estar dormidas o paseando en realidad pertenecen a una historia fuera de nuestro alcance y se revelan solamente al acercarnos y enfrentarnos directamente con ellas, haciéndonos perder la imagen completa de la obra. Pero esa aura, su lazo al tiempo y lugar, se desprende del territorio informado por la crueldad que cede a un paisaje y a figuras imbuidas con significados de nuestros subconscientes. Las imágenes se emancipan de su origen histórico para crear narrativas dentro del presente.